[Ya no puedo quejarme...], Andrés Neuman

martes, 30 de junio de 2009


Ya no puedo quejarme:
de este lado tampoco sobra tiempo
ni tenemos a nadie que nos premie.
Apenas, si rebusco, encuentro voces
para decir adiós uno por uno
a todos esos días iguales a linternas.
Soy un árbol o casi,
una copa encendida,
una rama curiosa,
un tronco que pregunta,
una raíz con ganas,
un pedazo de tierra conmovido.



Andrés Neuman, Década (Poesía 1997-2007), Acantilado, Barcelona, 2008, página 260.

[La textura sutil...], Michel Houellebecq

sábado, 27 de junio de 2009
Daisuke Yokota



La textura sutil y delicada de las nubes
Desaparece tras los árboles;
Y de repente, la confusión que precede a la tormenta:
El cielo está hermoso, hermético como un mármol.




Michel Houellebecq, Supervivencia, Acuarela Libros, Madrid, 2007.

[En el embarcadero...], José Daniel García

lunes, 22 de junio de 2009


En el embarcadero
hay un hombre olvidado
que apura las almendras
de una servilleta
y observa, indiferente,
un beso a pie de dársena.

A su paso, las raíces del amor
crujen como una silla
desvencijada.

Una amarga silueta
de cianuro
le espera junto al muelle.



José Daniel García, Coma, Hiperión, Madrid, 2008, página 20.

Running through solitude

viernes, 19 de junio de 2009


RUNNING THROUGH SOLITUDE

When talking drives to a lack of understanding
when rain becomes steel that falls and knifes the ground
when even with a pair of wings dreams can't help landing
when you travel anywhere and there's nothing around

You're running through solitude
bringing your heart dying in your hand
running through solitude
there's a broken soul lain on the sand

When words swim in your head but your mouth doesn't answer
when the sun is a piece that sleeps in the night too
when a message fills the air and a hole swallows it after
when trying to write a song is the only thing you can do

You're running through solitude
bringing your heart dying in your hand
running through solitude
there's a broken soul lain on the sand

And the wind blows until trees are swords
coming to your neck
and leaves in the ground draw
a crystal corridor that never ends

'Cause you're running through solitude
bringing your heart dying in your hand
running through solitude
there's a broken soul lain on the sand


En Matilde, Julio Cortázar

martes, 16 de junio de 2009

EN MATILDE


A veces la gente no entiende la forma en que habla Matilde, pero a mí me parece muy clara.

—La oficina viene a las nueve —me dice— y por eso a las ocho y media mi departamento se me sale y la escalera me resbala rápido porque con los problemas del transporte no es fácil que la oficina llegue a tiempo. El ómnibus, por ejemplo, casi siempre el aire está vacío en la esquina, la calle pasa pronto porque yo la ayudo echándola atrás con los zapatos; por eso el tiempo no tiene que esperarme, siempre llego primero. Al final el desayuno se pone en fila para que el ómnibus abra la boca, se ve que le gusta saborearnos hasta el último. Igual que la oficina, con esa lengua cuadrada que va subiendo los bocados hasta el segundo y el tercer piso.

—Ah —digo yo, que soy tan elocuente.

—Por supuesto —dice Matilde—, los libros de contabilidad son lo peor, apenas me doy cuenta y ya salieron del cajón, la lapicera me salta a la mano y los números se apuran a ponérsele debajo, por más despacio que escriba siempre están ahí y la lapicera no se les escapa nunca. Le diré que todo eso me cansa bastante, de manera que siempre termino dejando que el ascensor me agarre (y le juro que no soy la única, muy al contrario), y me apuro a ir hacia la noche que a veces está muy lejos y no quiere venir. Menos mal que en el café de la esquina hay siempre algún sándwich que quiere metérseme en la mano, eso me da fuerzas para no pensar que después yo voy a ser el sándwich del ómnibus. Cuando el living de mi casa termina de empaquetarme y la ropa se va a las perchas y los cajones para dejarle el sitio a la bata de terciopelo que tanto me habrá estado esperando, la pobre, descubro que la cena le está diciendo algo a mi marido que se ha dejado atrapar por el sofá y las noticias que salen como bandadas de buitres del diario. En todo caso el arroz o la carne han tomado la delantera y no hay más que dejarlos entrar en las cacerolas, hasta que los platos deciden apoderarse de todo aunque poco les dura porque la comida termina siempre por subirse a nuestras bocas que entre tanto se han vaciado de las palabras atraídas por los oídos.

—Es toda una jornada —digo.

Matilde asiente; es tan buena que el asentimiento no tiene ninguna dificultad en habitarla, de ser feliz mientras está en Matilde.



Julio Cortázar, Papeles inesperados, Alfaguara, Madrid, 2009, páginas 108-109.

La persecución, Juan Bonilla

viernes, 12 de junio de 2009


LA PERSECUCIÓN

Está la muerte tan segura
de que va a alcanzarte
que te ha dado una vida de ventaja.

De ella procedes, de su vientre oscuro,
y a ella te diriges, a su insondable sótano,
así que corre, corre, piérdete en los bosques
sagrados de la vida sin futuro,
graba en los troncos tu nombre secreto,
ese que no conoce nadie más que tú,
y mezcla tu ignorancia acerca de quién eres
con la ignorancia de los otros.
A fuerza de ignorancia serás sabio.

Por tus bolsillos rotos se desliza sin descanso el tiempo hacia la tierra
donde quedan tus huellas un instante.
No te vuelvas a mirarlas, son abismos
donde va derritiéndose tu identidad.

Los mastines de la muerte están buscándote
haz que se llenen el hocico
con las cuchillas con que formulaste en tantos sitios
tu nombre, no el que te impusieron los mayores
sino el que has inventado a cada paso
para amarte en todas las cosas de este mundo.

Te darán caza los mastines de la muerte:
saberlo te hará más fuerte y más veloz.
No aceptes pues las prórrogas cobardes
que inventa la debilidad y el frío del futuro:
otras vidas en dimensiones hipotéticas,
ni edenes en los que ángeles siniestros
sellan el pasaporte de un difunto valorando
acciones sustentadas por un vómito de dogmas.

La muerte está segura de su triunfo:
corre, pues, corre, es solamente un juego sin por qué.
Las reglas poco importan si resistes
y el resultado está amañado y aunque pierdas
has de vender muy cara tu derrota.




Juan Bonilla, Defensa personal (Antología 1992-2006), Renacimiento, Sevilla, 2009, páginas 31-32.

Don't think twice, it's all right

jueves, 11 de junio de 2009

Don't think twice, it's all right – Bob Dylan


Don't think twice, it's all right – Nick Drake


Don't think twice, it's all right – Elliott Smith



DON'T THINK TWICE, IT'S ALL RIGHT

It ain't no use to sit and wonder why, babe
It don't matter, anyhow
And it ain't no use to sit and wonder why, babe
If you don't know by now
When your rooster crows at the breaks of dawn
Look out your window and I'll be gone
You're the reason I'm traveling on
Don't think twice, it's all right.

It ain't no use in turning on your light, babe
That light I never knowed
And it ain't no use in turning on your light, babe
I'm on the dark side of the road
But I wish there was somethin' you would do or say
To try and make me change my mind and stay
We never did too much talking anyway
So don't think twice, it's all right.

It ain't no use in calling out my name, gal
Like you never done before
It ain't no use in calling out my name, gal
I can't hear you any more
I'm a-thinking and a-wond'rin' walking down the road
I once loved a woman, a child I'm told
I give her my heart but she wanted my soul
Don't think twice, it's all right.

So long honey, babe
Where I'm bound, I can't tell
Goodbye's too good a word, babe
So I'll just say fare thee well
I ain't saying you treated me unkind
You could have done better but I don't mind
You just kinda wasted my precious time
But don't think twice, it's all right.

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NO LO PIENSES MÁS, ESTÁ BIEN ASÍ

De nada sirve parar y preguntarse por qué
De todas formas da igual
De nada sirve parar y preguntarse por qué
Si todavía no lo sabes
Cuando cante tu gallo al romper el alba
Mira por la ventana y yo habré partido
Tú eres la razón por la que sigo viajando
No lo pienses más, está bien así

De nada sirve que enciendas tu luz
Esa luz que jamás conocí
De nada sirve que enciendas tu luz
Voy por el lado oscuro del camino
Pero aun así querría que dijeses o hicieses algo
Para que cambiara de idea y pudiera quedarme
Pero lo cierto es que nunca conversamos demasiado
Así que no lo pienses más, está bien así

De nada sirve que grites mi nombre
Como nunca hiciste antes
De nada sirve que grites mi nombre
Ya no puedo oírte
Voy cavilando por la carretera
Una vez amé a una mujer, una niña me dicen
Le di mi corazón pero ella quiso mi alma
Pero no lo pienses más, está bien así

Voy por aquel largo y solitario camino
No podría decir hacia dónde me dirijo
Pero como "adiós" es una hermosa palabra
Sólo diré que te vaya bien
No digo que me maltrataras
Pudiste hacerlo mejor, pero no me importa
Simplemente has desperdiciado mi precioso tiempo
Pero no lo pienses más, está bien así


Traducción: Miquel Izquierdo y José Moreno, Bob Dylan. Letras 1962–2001, Alfagura, Madrid, 2007, p. 127.


Nolugar, Felipe Benítez Reyes

lunes, 1 de junio de 2009

NOLUGAR

Cuando una niebla espese los salones
y el mar sea como el ala de un arcángel
caído que ha llorado eternamente,
cuando surtan las fuentes un crepúsculo líquido
y corte el cielo pálido
la clara reverencia de las nubes,
en esa justa hora en que las sombras
sean doncellas de luto cruzando nuestra casa,
en ese justo instante, cuando todo anochezca,
cuando una niebla espese los salones,
recorra los estantes, ponga sus manos blancas
sobre un libro, serpentee, sea la viva
sierpe que muerde un rostro,
cuando todo sea bruma, cuadro de Patinir,
densa espese la niebla los salones,
cuando nieve.

Paisaje con San Jerónimo (1515), Joachim Patinir


Felipe Benítez Reyes, Libros de poemas, Visor, Madrid, 2009, página 56.