Asma, Ernesto Frattarola

domingo, 31 de enero de 2016
Avenida oscura, Hanan Kazma


ASMA

Es difícil vivir.

Las calles se equivocan.
Los muertos enmudecen.
La memoria no admite aprendizajes.


Se cansan los segundos.

Hay un blanco como un vientre vacío.
Hay un temblor en la mano izquierda,
una ausencia de pan.

El pecho se abre para cobijar una nada
que huye
y regresa.

Se parece a la vida.

Pero vivir es más denso que el aire.


Ernesto Frattarola, Uno, La Isla de Siltolá, Sevilla, 2015, p. 66.
 

[Junto a Godot], Juan Romagnoli

sábado, 30 de enero de 2016
La espera, Nicholas Roerich


Soy paciente y te sigo esperando. Pero empiezo a creer que venís junto a Godot.


Juan Romagnoli, Narrar es humano, Macedonia, Morón, 2015.
 

[Rompo los apuntes...], Kenko Yoshida

viernes, 29 de enero de 2016
 Desnudo y flor, Katsuji Fukuda


   Rompo los apuntes que no quisiera dejar y, entre ellos, a veces encuentro papeles que dejó alguna persona que ya no existe, donde hizo quizás ejercicios de caligrafía o pintó, por distraerse, dibujos. Entonces, reviven en mi corazón los sentimientos de hace muchos años. Cuando se trata de alguna carta escrita por alguna persona que todavía vive, pienso en el tiempo transcurrido desde que la escribió, en el día u ocasión en que la recibí, en el año en que debió de ser, etc., y me invade la emoción.
   Y al detener la vista en objetos usados por personas que ya no existen y ver que ellos siguen existiendo impasibles, siento, en verdad, mucha tristeza.


Kenko Yoshida, Ocurrencias de un ocioso, Hiperión, Madrid, 2010, pp. 45-46.
 

Se quiera o no, Ángel Zapata

jueves, 28 de enero de 2016
El pensamiento que ve, René Magritte


SE QUIERA O NO

   Ni sale de su casa ni entra en ella: permanece en el umbral, atónito. El mundo, fuera, se ha vuelto de carbón, un mundo negro, inanimado, exhausto. Sobre su cabeza, la ley inexorable de un cielo de carbón. En su interior, un cuchillo dentado. «Aquí terminan todas las cobardías», piensa. Pero sus pies siguen inmóviles. Llega el día, la noche, el día otra vez. Cada no mucho tiempo, un hombre hecho de lágrimas cruza la calle.


Ángel Zapata, Materia oscura, Páginas de Espuma, Madrid, 2015, p. 30.
  

[Tomo notas...], Carlos Skliar

martes, 26 de enero de 2016
Alfabeto de gestos, Igor Savchenko



   Tomo notas, como otros toman aire o toman té o toman lo que no les corresponde. Cada uno se agarra al mundo, y se desgarra, con los gestos que puede.
 

Carlos Skliar, No tienen prisa las palabras, Candaya, Barcelona, 2012, p. 77.
 

[Hay dos formas de irse...], José Ovejero

lunes, 25 de enero de 2016
El significado de la noche, René Magritte


Hay dos formas de irse: "irse de" e "irse a". "Irse de" es siempre el reconocimiento de una derrota.


José Ovejero, Los ángeles feroces, Galaxia Gutenberg, Barcelona, 2015.


Arp, Paul Eluard

domingo, 24 de enero de 2016
Jean Arp


ARP

Vuelve sin pensar a las curvas sin sonrisas de sombras con bigotes, controla los murmullos de la rapidez, el mínimo terror; busca bajo las frías cenizas los más pequeños pájaros, los que no abaten nunca sus alas, resiste al viento.


Paul Eluard, Capital del dolor, Visor, Madrid, 1973, página 132.
 

Las puertas del cielo, Manuel Moyano

jueves, 21 de enero de 2016
 
LAS PUERTAS DEL CIELO

    Nuestro líder espiritual afirmó que aquella pócima nos llevaría al encuentro de Dios. Mis hermanos fueron cayendo uno detrás de otro, con una radiante sonrisa de oreja a oreja, pero yo no dejé que la pócima humedeciera siquiera mis labios: me tiré al suelo y simulé estar muerto. Cuando llegó la policía, era el único superviviente entre los más de doscientos acólitos cuyos cadáveres anegaban el templo. Como no había cumplido aún los quince años, pude rehacer mi vida: me casé, compré una casa y un coche, tuve tres hijos. Ahora trabajo para una empresa de electrodomésticos de nueve a seis, aunque diariamente empleo dos horas en ir y venir de la oficina. Cuando me hallo en mitad de algún atasco, suelo acordarme de las sonrisas beatíficas de mis hermanos en el instante de emprender su viaje. Tal vez —pienso entonces— también yo debí haber ingerido aquel veneno.
 
 
Manuel Moyano, Teatro de ceniza, Menoscuarto, Palencia, 2011, página 27.
 

[¿Qué lengua...], Peter Handke

martes, 19 de enero de 2016
 Sin título, Mark Rothko


¿Qué lengua era aquella en la que se añadía a la palabra «dolor» un sonido aspirado y significaba «mundo»?


Peter Handke, La Gran Caída, Alianza, Madrid, 2014, p. 172.
 

[A lo máximo...], Samuel Beckett

domingo, 17 de enero de 2016

 Daido Moriyama


   A lo máximo que puede aspirar uno es a ser al final algo menos de lo que era al principio, y así sucesivamente.


Samuel Beckett, Molloy, Alianza, Madrid, 2012.
 

[Lleva a cuestas un silencio...], Ángel Zapata

viernes, 15 de enero de 2016
 Marcel Duchamp


   Lleva a cuestas un silencio pegajoso en el que no se reconoce. En algunas paradas lo abre, abre el silencio como abriría un durazno, pero dentro no hay nada, no hay ninguna dulzura, no hay dentro.


Ángel Zapata, Materia oscura, Páginas de Espuma, Madrid, 2015, pp. 63-64.

[Manchas Rorschach], Luigi Amara

jueves, 14 de enero de 2016
Maria João Franco

Al cabo las fotos se convierten
en tantas manchas Rorschach.
Ya no era una mujer, sino el perchero
de los peores presagios;
una rama invitante
para mis cuervos más inmundos.

(Al cabo las manchas se confunden
‍‍‍‍‍‍ ‍‍ ‍‍‍‍‍‍ ‍‍ ‍‍‍‍‍‍ ‍‍ ‍‍‍‍‍‍ ‍‍ ‍‍‍‍‍‍ ‍‍ ‍‍‍‍‍‍ ‍‍ ‍‍‍‍‍‍ ‍‍ ‍‍‍‍‍‍ ‍‍ ‍‍‍‍‍‍ ‍‍ ‍‍‍‍‍ ‍‍‍‍‍‍ ‍‍ ‍‍‍‍‍‍ ‍‍ ‍‍‍‍‍‍ ‍‍ ‍‍‍‍‍‍ ‍‍ ‍‍‍‍‍‍ ‍‍ ‍‍‍‍‍‍ ‍‍ ‍‍‍‍‍‍ ‍‍ ‍‍‍‍‍‍ ‍‍ ‍‍‍‍‍‍ ‍‍ ‍‍‍‍‍‍ ‍‍ ‍ ‍‍‍‍‍‍ ‍‍ ‍‍‍‍‍‍ ‍‍ ‍‍‍‍‍‍ con los rostros
que no podemos olvidar).


Luigi Amara, Nu)n(ca, Sexto Piso, Madrid, 2015, p.79.
  

[Líquidos de revelado], Matías Candeira

lunes, 11 de enero de 2016
El abrazo, Kerstin Kuntze


Hay ciertas imágenes que la memoria no falsea una vez que los líquidos de revelado se quedan alojados en la carne.


Matías Candeira, Fiebre, Candaya, Barcelona, 2015, p. 152.

[Tus ojos...], Edvard Munch

domingo, 10 de enero de 2016
La sirena, Edvard Munch



— Tus ojos son tan grandes — grandes
como medio cielo cuando estás
tan cerca de mí — y tu melena
como un polvo de oro
La boca no Ia veo — solo veo
que sonríes —



Edvard Munch, El friso de la vida, Nórdica, Madrid, 2015, p. 89.
  

[El borrado automático del pasado], Jonathan Crary

sábado, 9 de enero de 2016
Shōji Ueda


Ahora, la brevedad del intervalo antes de que un producto de alta tecnología se convierta literalmente en basura requiere de la coexistencia de dos actitudes contradictorias: por un lado, la necesidad y/o el deseo inicial por el producto y, por el otro, una identificación positiva con el inexorable proceso de cancelación y sustitución. La aceleración de la producción de las novedades es una desactivación de la memoria colectiva. Eso significa que la evaporación del conocimiento histórico ya no tiene que ser implementada de arriba abajo. Las condiciones del acceso a la comunicación e información a nivel cotidiano aseguran el borrado automático del pasado como parte de la construcción espectral del presente.


Jonathan Crary, 24/7: capitalismo tardio y el fin del sueño, Ariel, Madrid, 2015, p. 55. 
 

[Un buey...], Christian Bobin

jueves, 7 de enero de 2016
 Anselm Kiefer


   Un buey. Un buey con alas. Eso exactamente es lo que soy. Un buey que tiene plantadas en la espalda, entre los hombros, dos alas minúsculas ligeramente más gruesas que dos jorobas. La mayor parte del tiempo las alas están en reposo. Cuando están en movimiento, sólo desplazan un poco de aire, el buey se eleva un milimetro por encima del suelo —pero eso basta para volar, basta de sobra.


Christian Bobin, Autorretrato con radiador, Árdora, Madrid, 2006, p. 23.
  

[Largo pasillo...]

miércoles, 6 de enero de 2016
  Corridor, Duane Ditty


Largo pasillo
—si es que una sola puerta
fuera posible.

[Cuando llegue el invierno], Belén Gopegui

lunes, 4 de enero de 2016
Atardecer nevado, Suren Manvelyan


   Yo miro a los que siguen, Félix, y pienso que no me iré nunca. A veces sueño despierto que semana tras semana acabaremos encontrándoles. A los que se cansaron, a los que desistieron pero siguen. Luego vuelvo a la tierra y recuerdo lo que dijo Elo: "Cuando llegue el invierno va a ser difícil mantener los cultivos con vida." 
   Verás, Félix, antes de empezar, de lo que yo llamo empezar, ya te digo: reunirse, organizarse, todas estas cosas. Bueno, el caso es que antes yo habría puesto el punto final en la frase de Elo, conmovido con la tristeza que encierra. Pero fíjate, estar con gente como tú me ha hecho confiado. No, ingenuo no, he dicho confiado. Confío en nosotros. Por ejemplo pienso que nosotros no somos los cultivos, no somos tan frágiles; cuando llegue el invierno, seguiremos.


Belén Gopegui, El padre de Blancanieves, Anagrama, Barcelona, 2007, p. 282.